¿Podemos ver el campo magnético? Observamos como las limaduras de hierro se van orientando a medida que la profesora las va echando con cuidado sobre una cartulina que debajo tiene un imán. Después las profes nos ponen las limaduras de hierro dentro de una carpeta de plástico para que las podamos manipular y observamos cómo cada imán genera su propio campo magnético. ¿Podemos ver el campo magnético con serrín? ¿Qué tiene las limaduras de hierro que no tiene el serrín? ¡El serrín es madera y no es atraído por el imán!
Observamos el vídeo en la pizarra digital en el que vemos las limaduras en gran tamaño.
Los niños experimentan con “La maqueta del campo magnético”. Con las plantillas, observan como se mueven los hierros dependiendo de por donde pasa el imán. Las limaduras de hierro se colocan alrededor de los polos mientras que en el centro hay poca atracción. Las líneas de fuerza del campo magnético salen del polo norte y entran en el polo sur. Lo plasmamos en nuestro “cuaderno de ciencia”.
FABRICAMOS BRÚJULAS: ¿Qué pasará si ponemos un imán encima de un corcho y este dentro de un cubo de agua? ¿Qué pasa? ¿Por qué sucede? ¿Por qué se orienta siempre hacia el mismo sitio? Lo probamos muchas veces para observar si siempre pasa lo mismo. Comprobamos con la brújula dónde está el norte.
Realizamos varias experiencias para comprobar que “los imanes si están libres se orientan siempre al NORTE”: Lo comprobamos con la “cuchara china” (ponemos un imán encima de una cuchara y la giramos) y con un imán que colgamos de una cuerda y lo hacemos girar. También imantamos una aguja y la colocamos sobre un tapón de plástico encima del agua ¿Por qué se orienta siempre hacia el mismo lugar?
¿Cambia de sentido la aguja de la brújula si acerco un imán? Colocamos un imán en el centro de la hoja y brújulas a los lados, dibujamos las flechas que nos indican la dirección del campo magnético. Conclusión: La brújula es un imán. Con dos polos que atraen o repelen a los imanes. Si acercamos a un imán la flecha de la brújula, esta se mueve y da vueltas. Cuando alejamos el imán siempre se queda en el mismo sitio mirando el N. La brújula siempre se orienta al norte.
Experimentamos con la fuerza de repulsión: colocamos plastilina sobre la mesa, un palito clavado sobre ella y varios imanes en forma de anillo y los insertamos. Si son del mismo polo, se repelen y se quedan flotando haciendo un juego similar al de un muelle.
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